1. MIS ABUELAS PUTAS


    Date: 2/9/2017, Categories: Mature, Author: PAJILLEROFREACK, Rating: , Source: xHamster

    Luego de una intensa jornada de trabajo, en una ciudad del interior de Venezuela, llegue al hotel donde me hospedaba, me di una ducha reparadora y me dispuse a bajar al bar a comer y tomarme un par de tragos. Una vez alli y en vista de que el lugar estaba algo solitario, decidí instalarme en la barra. Pedí un trago y al cabo de un rato observe a una señora de unos 50 años de edad, muy elegante que me sonrió muy discretamente, le devolví la sonrisa y le pedí al camarero que le sirviera un trago por mi cuenta a la simpatica abuelita que dijo llamarse Silvia. Pasado un rato comenzamos a charlar sobre algunas trivialidades sobre su trabajo y el mio. Fue entonces, cuando llego su compañera de habitacion, una señora mas o menos de su misma edad, bastante gorda y que se presento como Mariela. Entre copas y anécdotas transcurrió la velada hasta que el cansancio se fue apoderando de mi y decidí pagar la cuenta para irme a descansar. Resulta que este adorable par de abuelas estaban alojadas en el mismo piso del hotel que yo, asi que nos fuimos juntos. Una vez en el piso 4, Mariela me dijo que tenían una botella de champagne en su habitacion y me invito a tomar una copa mas, por cortesía acepte y fui con las señoras a su habitacion. Nada mas entrar, Mariela tomo la cara de Silvia entre sus manos y le beso apasionadamente en la boca. Yo asistía sorprendido a aquella escena donde las lenguas de aquellas abuelas intercambiaban caricias ante mis ojos. Acto seguido, Silvia descorrió la ...
    cremallera de su vestido, dejando al descubierto un delgado cuerpo, bonito a pesar del paso de los años, con unas tetas algo caídas pero de grandes y oscuros pezones. Mariela le siguió y revelo un cuerpo con muchas curvas, de vientre abultado y unas enormes tetas blancas, que inmediatamente fueron manoseadas con firmeza por Silvia haciendo jadear de gusto a su amiga. A todas estas, mis ojos no daban crédito a lo que veían pero mi guevo queria salirse de los pantalones y entrar en escena. Los minutos transcurrían con una rapidez poco acostumbrada mientras mis nuevas amigas, alli mismo en la alfombra, se lamían y se frotaban mutuamente sus húmedas cucas gritando de placer. Ya casi sin poder aguantarme me quite la ropa y con mi guevo a punto de explotar me fui acercando a ellas. Fue Silvia que al verme, despego su boca de la cuca de Mariela, se incorporo y de rodillas tomo mi guevo y lo acaricio con su inquieta lengua, tomándolo luego por completo en su caliente boca chupandolo suave pero decididamente con divinos movimientos de su cabeza. Un escalofrío recorrió mi espalda, haciéndome retorcer de puro placer. Mariela se habia acomodado de manera que mientras Sivia me lamia a mi, ella lamia la hermosa cuca de Silvia de la que a ratos se dejaban ver unos largos labios y un gran clítoris. En la habitacion solo se escuchaban jadeos y gritos de placer. Me toco mi turno de comerle la vagina a la gorda Mariela. Oh mi señor que glorioso espectáculo! tenia una hermosa y húmeda caverna rodeada ...
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